Yo nací un día en que dios estuvo enfermo...

Voladas a propósito de todo un poco y nada en especial para su deleite y para inducir que el espectador tambien se eche a volar
Monday, September 03, 2012
Bartleby, o la fuerza del la libertad contra el sentido común
No es esta la primera vez que leo esta novela de Herman Melville ni tampoco la primera del autor que tengo en las manos. La primera – como en el caso de muchos – fue 'Moby dick', luego vino 'Bartleby'. En ambos casi me atrevería a decir, que mi juventud me impidió entender el sentido completo de la obra. Por suerte la segunda cayó a mis manos en el momento preciso. No digo que un adolescente no pueda leerla, sino que probablemente alguien que haya hecho su ingreso al mundo laboral, tendrá una mejor apreciación del relato. Al menos en mi caso así fue.

 La primera vez que me enfrenté a este libro, el personaje principal me causó, probablemente, la misma estupefacciónque expresaba el protagonista respecto de sus costumbres y, presa de ese pasivo extrañamiento, solo concluí que el escribiente era un ser extravagante preso de una furia existencial depresiva y resignada que le impedía hacer frente hasta a los más simples eventos de la vida cotidiana.

 Ahora intentemos ver el asunto por partes. Tenemos básicamente a cinco personajes. Al principio, un narrador personaje al que he denominado 'el jefe', nos cuenta su rutina en su oficina. Es abogado. Uno que se encarga de reunir papeleo y evidencia para diversos casos. No es un abogado de acción que se instala en un podio a convencer a un jurado de algo, aún así, nos soprende diciendo que evalúa su trabajo como 'emocionante´.

Con esto ya nos dan unas primeras luces de la personalidad de este hombre, que iremos desentrañando más adelante. Luego nos presenta a sus empleados, “Turkey”, “Nippers” y “Ginger nut”, más allá de la curiosidad de los nombres de fantasía lo que importa acá son ciertos rasgos de carácter – en especial de los primeros -y es que son personas que pasan la mitad del día siendo empleados obedientes y la otra mitad siendo irascibles y hasta incompetentes. 'El jefe' dice estar bien con esto, porque cuando son productivos lo son de modo satisfactorio. Esto me lleva a pensar ¿es este jefe un pasivo dominado por sus dos empleados mediocres?. Esa fue mi primera hipótesis al menos.

 Al dejar delineado este contexto, se nos introduce – por fin – a quien será el protagonista. Bartleby es descrito como alguien tranquilo, confiable y – lo que más parace interesar al jefe – una persona sumamente moderada. La opinión a este respecto irá mudando a lo largo del libro, sin embargo. Dentro de las características de este personaje, que desde el principio es tachado por el narrador como extraño, podemos encontrar su poca disposición a socializar, su ahinco al trabajar sin parar en hacer copias siendo su única distracción mirar por la ventana hacia la pared de enfrente y perderse en ensoñaciones.

Es importante esto. Se destaca que las ventanas de la oficina no ofrecen una vista más fascinante que la descascarada y gris pared del otro edificio. Bartleby sin embargo parece encontrar en ello algo fascinante. La primera señal de alerta sobre que algo anda mal con este nuevo empleado es su primera negativa a realizar una tarea distinta a escribir. Bartleby no quiere corregir sus propias copias, ni salir de su oficina, ni parece tener interés en almorzar. Ojo, que su trabajo consiste en copiar documentos, algo que en sí no merece mayor uso de las facultades atencionales sino que peuden hacerse automáticamente.

Junto a esta negativa vienen otras, las suficientes como para que cualquier jefe hubiese tomado la desición de despedir a un empleado por inutil e insolente, mas el narrador, desconcertado por la pasividad y tono totalmente inocente con que le es negada su orden, queda desarmado, sin poder reacccionar de forma negativa contra él. Respecto a esto, 'el jefe' nos dice que no quiere ser cruel, que no quiere atacar a alguien indefenso, que intentará comprenderlo. Pero entre líneas nos dice que no es más que un acto de egoismo. Atacar al indefenso y desamparado lo haría un mal hombre.

Es entonces cuando comenzamos a notar rasgos de personalidad de este narrador: Un personaje que admira la calma, la racionalidad, la moderación, las acciones fundamentadas y en sí todo lo que siga el sentido común. El hecho de que Bartleby cuestione sus razonables peticiones es lo que lo perturba, más que el hecho de ser desobedecido. “¿Está decido, entonces, a no acatar mi petición, una petición hecha de acuerdo a la costumbre habitual y el sentido común?” Al negarse a ello, Bartleby no solo lo saca de su lugar de confort: perturba su rutina, altera el orden de las acciones en la oficina afectando a sus compañeros que deben hacer lo que él se niega a cumplir. Pero estos no serían los últimos estragos que causa. 'El jefe' trata de buscar explicaciones, dentro de sus estructura mental, a las conductas de Bartleby intentando justificarlo en un juego de justificarse a sí mismo y a su falta de asertividad a resolver el problema que su empleado le causa.

Las faltas al sentido común de Bartleby llevan a su jefe a pensar de modo irregular, y a sentirse incómodo en esa rutina que tanto alababa al principio. Pero todo tiene un límite. “Mis primeras reacciones habían sido de pura melancolía y lástima sincera, pero a medida que la desolación de Bartleby se agrandaba en mi imaginación, esa melancolía se convirtió en miedo, esa lástima en repulsión.” Así, el jefe encuentra su punto de estallido al descubrir de qué manera Bartleby influye en sí mismo, en sus empleados, en su amada rutina. Es consciente de que su empleado le ha pegado la palabra “preferir”, pero no es hasta que Turkey – en su estado calmado de la mañana- hace uso de ella, que se da cuenta del impacto del escribiente en su mundo.

Es entonces cuando por fin deja su actitud pasiva y condescendiente y toma una resolución. “Reflexioné que era mi deber deshacerme de un demente, que ya, en cierto modo, había influido en mi lengua y quizá en mi cabeza y en las de mis dependientes.” Debo decir que, como lingüista, esta última frase me llamó de especial modo la atención. El narrador es consciente de la influencia que tiene el lenguaje sobre el pensamiento de las personas.

A este punto de la novela, Bartleby ha decidido abandonar sus labores para entregarse por completoa su ensoñación y observación de la pared. Entonces se pueden notar dos cosas: La primera, y más evidente, que el escribiente vive dentro de su cabeza por tanto lo que suceda en el mundo exterior le tiene sin cuidado. La segunda, que del mismo modo que ahora decido no trabajar, antes probablemente era un empleado eficiente porque él había elegido serlo y he ahí la escencia del personaje.

 “I would prefer not to”. Bartleby es un personaje que decide qué hacer y qué no hacer, que no obedece como los otros empleados – lo normal, vamos – o como esperaría su jefe que lo hiciera. Lo que es peor, la razón de sus desiciones nos es imcomprensible y la forma en que plantea sus negativas – de forma serena e indiferente – impide considerar sus actitudes como una ofensa. Como si su esencia misma le llevara a esa indolencia con los otros, con su deber y por tanto con la sociedad. Lo que es más desconcertante luego es que el protagonista decide por sí mismo dejar de trabajar, a diferencia de lo qu se pudo pensar al inicio, que podría ser despedido y del mismo modo decido no hacer abandono del edifio obligando a su jefe a cambiarse de lugar, aumentando el absurdo a la relación entre ambos.


 Otro de los momentos, que considero clave para comprender al protagonista y su relación con el escribiente, es cuando comienza a alabar su forma de hablarle asu empleado: de forma calma, sin pasiones, sin rebajarse a no pensar con la razón. Para él lo perfecto es ser razonable y compuesto; por tanto, según él, la clave de su éxito en su intento de deshacese de su carga, radica en que sus supuesto tiene bases, sin embargo aquí peca de ingenuo ¿Qué le hace pensar que Bartleby consideraría como válidos sus supuestos?, finalmente él mismo reconoce este vacío en su plan. 

“Era una bella idea, dar por sentada la partida de Bartleby; pero, después de todo, este supuesto era sólo mío y no de Bartleby. Lo importante era no que yo hubiera establecido que debía irse, sino que él prefiriera hacerlo. Era hombre de preferencias más que de supuestos”

 Es en este instante que sus pensamientos se vuelven monotemáticos. Bartleby se convierte en el centro de su vida porque le desconcierta. Intenta entonces comprender a su ex-exmpleado intentado analizar las circunstancias que podrían llevar a un hombre a ser irracional, a elegir no seguir el sentido común. Sin embargo no logra nunca comprenderle, del mismo modo que no logra deshacerse de él ni siquiera huyendo de su oficina.

Esto se ve cuando dice “¿Qué harás entonces? Con todos tus ruegos, no se mueve. Deja los sobornos bajo tu propio pisapapeles, es bien claro que prefiere quedarse contigo” y al afirmar luego “sentí un desgarro al separarme de quien tanto había querido liberarme”. Su lazo con Bartleby lo persigue incluso aunque le ha abandonado. La gente que sigue habitando el edificio lo reconoce como su carga y él mismo termina por reconocerlo.

A este punto de la historia he acabado convencida de que 'el jefe' y el escribiente son dos mitades, dos caras opuestas de una misma moneda. Bartleby con su inusual forma de ser ha destruido las estructuras de su jefe y le ha hecho preguntarse, lo hace reflecionar de un modo no convencional y es por ello que es reconocido como una amenaza. El carácter opuesto de ambos lo he visto especialmente en este fragmento:

 “—¿Le gustaría ser vendedor en una tienda de géneros?
—Es demasiado encierro. No, no me gustaría ser vendedor; pero no soy exigente.
—¡Demasiado encierro —grité—, pero si usted está encerrado todo el día!”

 En esta cita, se demuestra no solo el carácter contradictorio de Bartleby en sí, sino como la visión de ambos personajes sobre 'el encierro' es opuesta. Mientras para 'el jefe' el encierro es el asilarse de la sociedad, para Bartleby es el ser dependiente, el recibir órdenes y no poder tomar sus propias desiciones, de este modo para él, el aislamiento es su forma de libertad. Aun así, es innegable el vínculo entre ellos. El mismo que lleva al jefe a hacerse cargo de él hasta la esperada y temprana muerte del escribiente que ya solo se dedicaba a existir, sin comer, sin hablar, decidiend incluso las necesidades más básicas.

 A estas alturas ya he podido llegar a unas conclusiones. Bartleby y 'el jefe' representan dos polos: el sentido común y la voluntad de elegir qué hacer. Uno atado a la sociedad y el otro atado a su individualidad hasta el punto de negarse toda compañía y comodidades propias del hombre moderno. En este momento, mi opinión inicial sobre los empleados de la oficina han cambiado. Turkey y Nippers no son un par de empleados bipolares sino que son los más humanos al contener ambos esa dualidad de ser responsables y desobedientes al mismo tiempo y es esto lo que los asemeja más a nosotros, pese al rechazo que puedan producir al principio. Incluso, ese mismo rechazo que producen podría constituir un recurso intencionado del autor, al mostrarnos esa cotidianeidad cruda.

 Incluso, podríamos decir que la inclinación del jefe hacia la racionalidad es más fuerte aún que su inclinación al sentido común. Él mismo reconoce que cualquier persona habría actuado frente a Bartleby de un modo más violento, pero él antes que nad prefiere ser un ejemplo de compostura. Su condescendencia y falsa piedad son más un axto de alimentar su ego como ejemplo que un acto de compasión.

Dicho todo lo anterior, solo me queda referirme al final aunque no quiero entrar en detalles sobre el destino del protagonista. La reflexión final del narrador es un llamado de atención y un reproche. Las cartas muertas del antiguo trabajo de Bartleby son mensajes sin destinatario y por lo mismo sin sentido. De alguna manera constituyen una metáfora del mismo Bartleby: solo, sin que nadie comprenda su existencia y sus “preferencias” y dejando así un retrato desolador de la humanidad: inacapaz de comprender e indolente con su pasiva compasión.

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Monday, August 01, 2011
El rebelde sin causa tenía muchas causas
La película empieza en una estación de policía: Tres adolescentes, tres historias distintas, uno borracho, uno que mató a balazos a unos perritos y una chica que andaba deambulando sola a las una de la mañana. ¿Qué tienen todos en común? Padres ausentes.

Judy llorando porque el papá no le da un beso ni un abrazo, pidiendo atención a gritos, buscando en los brazos de un malandrín el cariño que su padre no le da, no es de extrañar que cuando ver a Jim, que no era tampoco de los trigos muy limpios, pero que la quería de verdad, ella se lance a sus brazos sin pensarlo mucho. Platón, por otro lado, el chiquillo tímido, sin amigos, cuyos padres no están nunca en casa, que solo se acuerdan de él para mandarle dinero y lo dejan a cargo de una empleada; y Jim, hijo único, problemático, con una figura materna sobreprotectora y un padre blandengue, lo único que quería es ser respetado, no ser un gallina, ser visto como un hombre.

Este Jim tenía varias cosas mal, cree que para ser hombre hay que imponer respeto siendo un payaso, peleándose, andando en auto a velocidades absurdas y emborrachándose en la calle; el chico no tiene sentido de la responsabilidad ni de distinguir lo correcto de lo indebido porque cada vez que se mete en líos los papitos lo agarran y se cambian de ciudad para que empiece una vida nueva en otro colegio, donde el niño se vuelve a meter en líos, y vuelta a lo mismo, así, sin cesar.

Es acá cuando el espectador dice ¡Pero qué malos padres! o tal vez no se da cuenta de nada y cree que eso es normal, eso de defender al niño de los males y las injusticias del mundo, pero creo que esto da para reflexionar, como padres, como profesor en mi caso, aunque con poca experiencia, pero vi muchos Jim, muchas Judy, muchos Platón que nunca pude comprender del todo, pero que a lo mejor habría entendido si hubiera conocido a sus padres.

Al terminar de verla, aparte de quedar un poco en shok con el final (y medio babosa con James Dean, por qué no decirlo) me dije:" Esta película la deberían ver los papás de hoy en reunión de apoderados". Pero no solo verla, sino reflexionar al respecto ¿En serio su hijo es un angelito? ¿En serio no sabe por qué el niño se porta tan mal? ¿De verdad cree que es mejor taparle los ranasos que se manda y no hacerlo afrontar las consecuencias de sus actos? Yo creo que cada quien sabe lo que cría y se podrá dar sus propias respuestas.

Los papás de Jim, tuvieron la suerte de que el niño después de mandarse sus embarradas corrió a decirles primero a ellos, a pedirles consejo, y a informarles que iría a la policía a confesar y a afrontar su responsabilidad como un hombre, porque el niño finalmente entendió que ser hombre no es pegarle a los compañeros para ser respetado, ni manejar autos como loco, ni sacarse las peores notas, ni emborracharse en la calle como un indigente.Porque Jim no era ni tan rebelde y tenía muchas causas, pero no todos los adolescentes tienen esos momentos de lucidez, así que mejor mirar a la criatura de vez en cuando, no vaya a ser que esté gestando un rebelde con causa usted mismo bajo su propia casa.

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Monday, June 27, 2011
Sobre dramas y tumbas
Bueno, esto va a parecer como un comentario de mina con síndrome pre menstrual, pero no es así, de hecho quienes me conocen bien saben que esto es un comentario que sale de mi insanidad mental natural.

Ayer vi una maratón de películas, Funny girl, "Los caballeros las prefieren rubias", un fragmento de "Cantando bajo la lluvia", y "West side story" o mejor conocida como "Amor sin barrreas" y es acá donde me quiero detener al final de este comentario.

Primero partí sufriendo por Fanny, en "Funny girl" y aunque la he visto miles de veces - y me sé casi todas las canciones, muchas gracias - no puedo evitar que se me parta el alma porque Nick la deja, (porque es un hombre y por tanto un miserable) y cuando la veo cantando al final "My man" se me llenan los ojitos de lágrimas porque... no podís cantar "Oh my hombre, lo amo tanto y nunca lo sabrá... " y "que saco con decir que me voy si se que volveré de rodillas otra vez", mucho menos cuando el lolito en cuestión se va para siempre.

Es bien triste el asunto, y es eso lo que lo hace conmovedor, porque si bien no muere nadie, es como bakán que la pobre Fanny se quede sola jurándole amor eterno al infeliz, es casi tan sobrecogedor como cuando Florentino Ariza de "El amor en los tiempos de cólera" - que es un libro y no un musical - espera a la lola por más de 50 años , sufriendo por ella todo ese tiempo. Y eso es lo choro de ver dramones, meterse en la piel de esa gentuza y sufrir con pasión tropical hasta que la película - o libro -se acaba (e incluso después, porque una es así y gusta de sufrir con dramas ajenos).

Otro dramón que es mi favorito es el de "Cumbres borrascosas" que es un libro también - y tiene una adaptación cinematográfica muy buena así que podríamos verla un día que tengamos síndrome pre menstrual para llorar como condenadas - y me encanta precisamente porque es un amor imposible: llos lolos se quieren, pero no pueden estar juntos, porque el pobre Heathcliff es pobre y rasca y la Katherine se pone idiota y se casa con un tipo fome y con plata, entonces el pobre Heathcliff se vuelve malo, rico - en todo sentido, aunque sigue siendo rasca - y ahí empieza lo bueno, porque la hace sufrir lo indecible casándose con la cuñada de la lola, y después empieza a quedar la grande hasta que al final cuando la Katherine se muere de pena el lolo abre su tumba para adorar sus huesos, y lo hace hasta que muere atormentado y sus espìritus pueden estar juntos. Así, bien necrofílico el asunto, pero es tan bonito... porque pucha que sufren, mínimo que estén juntos cuando estan muertos.

Y así po, podría seguir con Romeo y Julieta y decir por qué me gusta tanto, pero a estas alturas ya se deberían haber hecho una idea.

La cosa es que vi "Amor sin barreras", cuento corto: la lola era portoriqueña inmigrande en yankylandia y el lolo era hijo de inmigrantes, pero era americano. Habían pandillas desde ambos bandos: portoriqueños y americanos, se odiaban a muerte, querían puro matarse, y a estos lolos no se les ocurre nada mejor que conocer en una fiesta y enamorarse a primera vista para siempre - ¿No les suena conocido?-. Después el lolo trata de impedir una pelea heavymetal entre las pandillas y no puede, al final el hermano de la lola termina matando al mejor amigo del lolo y éste en venganza mata al hermano de la lola - ¿No les suena conocido? - pero igual la lola lo quiere tanto, porque lo conoció hace dos días y sabe que es el amor de su vida - Que bonito igual... - y deciden escaparse, pero no alcanzan, porque cuando estan a punto el amigo del hermano muerto mata al lolo, y la lola termina llorando encima de su cadaver. Pero después la caga po.... ¿Por qué? porque la lolita debió haberse matado para seguir a su amado al más allá, pero no, simplemente le dice que lo amará siempre y ve como los pandilleros americanos se llevan al cuerpo de su lolo.

¡Que chucha! tanto sufrir pa un final tan fome, si al final parece que las pandillas se seguían odiando igual, que no aprendieron nada, y encima la lola no se mata, que es lo más fome de todo. Entonces creo que, la peli, muy bonita y todo, pero creo que para hacer una obra maestra romanticona, tiene que haber drama, y muerte, y tiene que quedar la cagada al final, porque ahí está la belleza del amorsh po, en que la cosa se ponga color de hormiga y aún así se quieran, aunque se hayan conocido hace dos días, o el lolo sea pobre y rasca, o aunque nadie quiera que estén juntos, o aunque se mueran así, para siempre.

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El regreso
Vuelvo a este medio porque siento que tengo muchas ganas de escribir idioteces últimamente, nuevamente siento que tengo cosas importantes que decir, y aunque nadie las lea al menos me habré dado el gusto de mandarlas al mundo a navegar a ver si un náufrago las lee.

Pude haberme generado un blog nuevo, pero comencé pataleando en este, y no me gusta renegar del pasado, así que ahora comenzaré una versión reloaded de mis pataleos, con más años encima, con más amargura a lo mejor, con más optimismo también, porque las cosas siguen estando como las reverendas pero al menos ahora creo que pueden mejorarse.

De este blog pueden esperar comentarios cinéfilos, comentarios de mina, comentarios de activismo gay, comentarios de profe, de linguista, de literata, de ñoña, de ilustradora, de fashionista o todos juntos y revueltos.

Así es como están las cosas.
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Sunday, February 04, 2007
Discos y Trapos

Siempre me ha divertido la idea de analizar algunos pasajes oscuros de la vida, etapas musicales varias. Digamos desde mi más tierna infancia, cuando andaba con la polera de Pablito Riuz cantando Oh Mamá, siendo que apenas podía hablar bien y cuando aún no sabía que ese chiquillo encantador iba a tener un futuro tan Gay. No me pueden culpar de nada, ni siquiera yo puedo culparme por eso. Eran tiempos donde el casette original no era caro y el papi consentía a la niña trayéndole esos casettes de Pimpom, de Cachureos, bandas sonoras de Disney y algun imbécil que estuviera de moda como el fletito en cuestión.

Después vamos más adelante, cuando estaban esos 5 chicos bailando, las canciones poperas pegajosas y esas coreografías tan extrañas, y no, no eran los New kids on the block, eran otros, los de la calle de atrás. (Q que a fin de cuentas es el mismo rollo, sean del block o de la calle, porque eran 5 palurdos que aparte de ser lindos no tenían mayor gracia) Entonces ahí tampoco nos podíamos culpar demasiado, a los 11 o 12 años el mal gusto musical aún es perdonable. ¿Qué chica que tuvo 12 a 16 años en Febrero de 1998 no deseó con ansias estar en la quinta vergara ese Sabado 14? Pues yo no era una escepxión y derramé unas cuantas lágrimas, pero el daño cerebral más allá de eso no fue severo. Estos ya eran tiempos de Casettes pirateados, porque a decir verdad estos tipos cobraban caro por sus paquetes de canciones, y mayores estragos en la ropa no habían, solo secuelas en mi muñeco Ken, que llevaba escrito en la frente "mi dueña cree que soy Nick Carter"

Después de esto vinieron los años de socuridad, en que pasé de grupo en grupo, de rubia tonta en tubia tonda, vale decir Five, Boy zone, Nsync, Britney, Christina, etcetc... solo me logré abanderar con los hermanitos Hanson y puedo decir entre una mezcla de orgullo nostálgico y verguenza que tengos 3 discos originales y el último del 2005 lo descargué... por una nostalgia curiosa y morbosa. En ese entonces solo traté de imitar a las Spice Girls, tuve mis primeras plataformas a los 13 años, y me acostumbre a caminar, salir y saltar con ellas como una putita de segunda, las famosas faldas cortas, la polera con la bandera de inglaterra, y el impulso irresistible de pescar lo que sobro de cuando la mama se tiño el pelo y hacerse me(man)chones en el pelo. Este fue el primer sintoma del día en que los discos y los trapos comenzaron a funcionarse peligrosamente.

A los 16 años esuché Nirvana por primera vez, y de rompe y raja mi ropa de color se fue al cajón del olvido, la ropa negra comenzó a poblar el closet, y lo que se salvó fue porque se fue a la anilina negra, y por supuestos los siempre bien ponderados pantalones con hoyos en las rodillas como una chica Cobain. Después vino Pearl Jam, y un poco de Alice (y hablo solo de unas 5 canciones), pero ya estabamos en el 2002, ya me podía conseguir Cds por allí descargando mp3 en computadores ajenas, fue así como llegó buena parte de la discografía de Pearl Jam a mi computador acompañada con algunos discos de los Miserables y fueron estos últimos los culpables de la peor fecha de fashion crime de mi closet. Fue así como ingresé a la Universidad conocida como "La mala" , la de negro, la cadena colgando, el collar de perro con puntas y la mochila llena de parches y por supuesto la cara de pocos amigos.

Paralelamente con en Grunge-Punk empezaron "aquellas salidas", las primeras incursiones de mi persona al oscuro mundo de los sucuchos alternativos, paganos y gays. Al pricipio uno se mueve por inercia, que se yo, la musica ochentera con sus sones poperos y electrónicos puede no se la que encabeza tu lista, pero finalmente termina venciendote. Lo primero que recuerdo que llegó a mi lista de Mp3 fue Madonna, Cindy Lauper, Culture Club.. o sea la misma wea que entes pero más perdonable socialmente porque son clásicos nada más. Y un día de esos escuché Personal Jesus. No es que la canción sea tan vieja, y me pareció familiar por causa de ese metálico cover de Marlyn Manson, tal vez por eso la disfruté, la conocía, pero era nueva al mismo tiempo, que se yo.. después vino Enjoy the Silence, tambien de Depeche, ¿Le ha pasado a alguien que escuchas una cancion en un momento preciso y parece que se estuviera dirigiendo específicamente a tí? Bueno eso me pasó con esas dos y con unas cuantas de Morrisey, ya para segundo año de la U recuerdo que tenía un disco de Morrisey, una compilación de The Smiths, y los dos discos de singles de Depeche Mode. Y fueron estos nuevos gustos los que me llevaron a abandonar las puntas , los bototos y las cadenas y me lllevaron a verme casi como una señorita (dentro de mis posibilidades), adoptando el rosado como un nuevo color en mi guarda ropa.

¿Cuando fue que la música electrónica comenzó a invadir gradualmente mi disco duro? no sé, fue en el momento que necesitaba música para estudiar que no me desconcentrara cantándola. Eran como mensajes subliminares, algo de Devo y de los primeros años de Depeche Mode... pero de pronto empecé a cantarlas por inercia mientras tipeaba algún informe sobre las posibles aplicaciones de algún modelo lingüístico, cambié el concepto de vestirme como un niño malo por "hueviado", una palabra que aprendi de algún personaje gay fanático de Morrisey, que decía algo se puede ver fome, top, o hueviado... que se yo, adopté el termino sin saber exactamente lo que significaba, podía ser la ropa media apretada, el pelo tirado para el lado, la cosa glamorosa de vez en cuando.. que se yo, vestirse como un hombre gay, tratar de imitarle la onda a Alan Wilder, etc, El hecho que después de eso unno enloquece fácilmente al escuchar ciertas canciones en ciertos locales, empiezas a admitir que te gusta la música electrónica aunque fuera muy plástica y que el Grunge fue probablemente un gusto aprendido porque no querías parecer falta de criterio frente a tus amigos. Que efectivamente los Backstreet boys si te gustaron mucho y no solo por Nick Carter, que el pop no es algo tan malo y si va acompañado de un buen sintetizador, algunos sonidos intergalácticos (como en John the revelator) suena la raja para tí.

Ahora si me preguntan que suena en mi winamp diré, una canción muy popera de Martin L Gore, y en la misma lista hay Depeche Mode, Daft Punk, Recoil y Devo. En mi mueble hay discos de Depeche Mode, Madonna (Ray of light, original) Morrisey y aún presentes mis discos de Hanson, y lo más que he gastado en música es en el dvd Touring the Angel, que sé a conciencia no es el mejor, que no supera el 101 o el Devotional, pero que me gusta, me gusta ver a esos dinosaurios en acción, el sonido más electrónico que nunca, y esa pinta tan maraca de Martin Gore con plumas... y también que en mi closet hay ropa de todo tipo, que hay weas negras, blancas y rosadas, que algunas son de chico y otras de chica y qué? siempre he sido bipolar pa mis weas.

Y que al pobre disco No Code y al Ten, les de alergia si no les gusta compartir el mueble al lado del Exciter.

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Tuesday, March 28, 2006
Ahh no debería escribir acá sin tener la inspiración divina, pero ya que las musas not tocán mi puerta tendré que salir a buscarlas con este textito vulgar. No es mi idea hacer farándula de mi vida ni nada, pero es increíble como algunas tentaciones terminan agobiando a la gente; digo tampoco es porque yo yo me sienta así, las últimas atrocidades que pude haber cometido son cosa aparte; pero aquí voy de nuevo von el tema de siempre... el mismo tema, como dijo Unamuno "Hombres han habido cuya importancia ha sido ser hombres de una idea, ideas encarnadas" q en pocas palabras significa "cada loco con su tema" y es que cuando uno habla de lo mismo tantas vaces parece que las palabras se apropian de uno, parece que de pronto toda la existencia gira en torno de una idea que se termina encarnando en la persona...
Bueno pero eso no era de lo que iba a hablar hoy, verdad?
Venía a dar un discurso moral, como ese que siempre doy entodas partes, o solía dar cuando mi pluma que solía rimar con gracia se me escapaba de las manos e iniciaba ese discurso de borrachera quinceañera que amenazaba con opacar todos aquellos carretes nocturnos con filosofías fuera de contexto... pero eso tampoco es de lo que quería hablar hoy...
El discurso moral antes mencionado versa sobre la incapcidad de la gente de mantenerse en sus cabales y al contrario meter las patas en la mierda hasta el fondo, y no por el gusto de estar en la mierda, sino porque estar en ella en ciertos momentos parece un precio bastante razonable a cambio de la estipidez q uno sabe que va a hacer; he aquí cuando compruebo uno de los más grandes postulados de Einstein "Lo infinito de la estupidez humana" parace que uno no aprende nunca, el racionalismo no sirve de nada, porque después de mas de 20 siglos de filosofía racionalista , de más de 20 siglos de religion moralista y después de 5 siglos de que Ahkespeare nos halla hablado de la cobardía humana el orgullosamente podemos decir que la evolución solo nos ha llevado a ser más estúpidos: vale decir más irracionales, más inconsecuentes a los preceptos morales que se han autoimpuesto y más cobardes que nunca...
Y me volví a ir por las ramas , es aquí , en estos momentos cuando entiendo a la perfeccción la frase célebre de TS Eliot "No es eso lo que yo quería decir en abosuluto, no es eso de ningun modo" es demasiado fácil perder el rumbo, o simplemente negar todo hecho o postulado anterior, es más facil ser inconsecuente...
Terminaré mi discurso que definitivamente no apunta a nada concreto con unos versos sobre la mediocridad (en resumidas cuentas resumamos este discurso con ese tema ... la moral se me fue a las pailas)

"¡No! No soy el principe Hamlet, ni tenía por qué serlo;
solo soy un nombre de séquito, uno que sirve
para hacer bulto en las comitivas, empezar alguna que otra escena,
aconsejar al principe, sin duda un fácil instrumento,
respetuoso, contento de ser útil;
patético, cauto y meticuloso;
lleno de elevado fraseo pero un poco obtuso;
a veces, inclusi, casi ridículo-
a veces, casi, un Bufón"

Tommas Stearn Eliot
posted by kastiyana @ 5:19 PM   0 comments

Friday, February 10, 2006
Te amo… te odio

Te amo… te odio

Hace tiempo que no pasaba por estos lares de la web; solo puedo decir que he hecho cosas bastante estúpidas y que no mencionaré; solo diré que en medio de esas estupideces me encuentro siempre con dos individuos que discuten siempre igual, como si se tratara del ritual de el Profesor Jirafales y Doña Florinda y dice mas o menos así:
-Te odio
-Yo también te odio
-Mentira, yo te odio más
-Nop, yo te odio más
-Pero yo te odio al infinito

El otro individuo se irrita y deja hablando solo a su elocuente contrincante. Y una vez que terminan y yo ahber repetido mentalmente el dialogo con mi tono sarcástico, los observo, veo sus caras inocentes por no decir algo… inocentes pongamos y me digo ¿qué saben ellos sobre lo que es odiar a alguien? Me siento orgullosa, realmente creo haber conocido ese sentimiento, es demasiado puro y demasiado noble para ser experimentado por cualquiera. Trataré de explicarlo, son las maripositas en la cabeza, como cuchillos, como sacos de piedra, como un vino agrio esparciéndose por toda la sangre, una cosa que no deja dormir, que el objeto del odio esta en la mente en cada segundo.

Una persona cualquiera no podría saberlo, se necesita intensidad, instinto psicópata, saña, pasión destructiva… un montón de cosas que son innatas, hay que ser un desgraciado para saberlo.

¿Curioso?, si, creo que es como enamorarse ala inversa o peor, pienso que no hay nada peor que el odio no correspondido, en vez de causar el olvido causa más odio, es como cargar eternamente con dos sacos de iras: la propia y la que debería correspondernos, después todo se confunde, se sueña, se ve en todas partes, parece que de pronto todo gira en torno a un objetivo: desgraciarle la vida al mother fucker… y de pronto la vida ya no es propia sino que se comparte con ese objeto odioso, forma parte de uno, comienza uno a forjarse ese fulano de tal interior, comienza uno a imaginar lo que él haría en determinado ataque le hiciéramos, y es que estamos tan pendiente de él que uno llega a conocerlo más que la propia madre. En ese momento uno abre los ojos, todo se ve con una oscuridad sangrosa nueva, fantástica, es como llamas corriendo por dentro, entonces no hay duda; se saca el muñequito cuidadosamente maltratado que representa la imagen de ese fetiche diabólico y se concluye… estoy perdidamente enaodiado de…
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Thursday, November 10, 2005
Yo sé de un himno gigante y extraño...


“¡Te odio!” le grité una buena vez lanzándolo sobre la cama, indefenso y más raído que ninguno de sus compañeros que parecían burlarse de él por estar aún sobre la cima de mis romances favoritos. Luego de despotricar un tanto contra él decidí encerrarlo en el pasado y maldecirlo por haberme traído atontada todo un año haciéndome creer que él era la ley. Después vinieron muchos otros, unos más crudos, más duros de carácter, con esa personalidad oscura que yo tanto anhelaba que parecía que me golpeaban el cerebro con cada palabra incendiando mi deseo por seguir, por hacer lo mismo que ellos, por ser como ellos.
Al otro, nunca nadie me lo volvió a recordar, es como ese primer amor del que no me siento orgullosa y que escondo bajo la alfombra como a la mota de polvo que ensucia mi historial. Creo que fui porque lo encontraba demasiado empalagoso, tal vez cuando me pilló desprevenida y volando bajo lo abracé como si fuera el primor más grande jamás nacido, pero yo ya no quería sus arrullos verbales así que lo deseché como a muchos otros.
Después de pasar por muchos y de haber recorrido a todos aquellos que me interesaban internándome en lo más profundo de cada uno, y recordándolos, y volviendo a ellos cuando los necesitaba ignorando al primero como si de nadie se tratara… me volví a encontrar con él, una amiga por razones laborales me lo volvió a parar de frente y yo, luego de sacarlo del sucio armario donde lo tenía para lanzárselo como a un trapo viejo, lo volví a despreciar hablando de él como si jamás nunca lo hubiera sentido; pero el destino es algo bastante chocante, un día se me plantó de frente, con decisión y la noticia de que debía soportarlo por un mes, obviamente le proteste a todo el mundo pero contra la obligación no se puede hacer nada. Nos ignoramos mutuamente, él escondido y silencioso, y yo sin mirarle, sabía que un día nos veríamos las caras y que yo me le enfrentaría con la misma frialdad que durante estos cuatro años le había recordado, pero las cosas no siempre son como uno las quiere. Hoy día lo escuché hablar de boca de otra persona y sentí su sonsonete entrando por mis oídos, pensé que me iba a reír en su cara de sus palabras pero de pronto empezó con una melodía nueva, sentí que me volvía a abrazar con sus palabras, me veía a mi misma, y que por favor Ezra, Charles y César me perdonen, porque les juro que yo me resistía pero como negarse ante sus tentadoras palabras…
Luego que salí de ese lugar corrí a buscarlo a la parte más cercana, recorrí pasillos y estanterías pero me encontré con que no estaba disponible, ¡¡de más de 10 opciones!! No estaba y tuve que esperar horas para esperar dialogar con él nuevamente.
Cuando crucé el umbral de la puerta me dirigí tímidamente a donde el se hallaba, abandonado como siempre y apartado de los demás como si fuera una peste… ¿que culpa tenía él de ser tan romántico? ¿Tan soñador? Tan extraño… entonces descubrí que pasé un año entero de mi adolescencia amándolo y son comprenderlo, lo recogí con algo de vergüenza y cuando abrí la primera página me dijo:
“Yo sé de un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora
y estas páginas son de ese himno
cadencia que el aire dilata en las sombras…”

Gustavo Adolfo, como me gustaba llamarle antes, vivió en un sueño que terminó demasiado pronto; en una familia bastante acomodada y rodeado de gente y banalidades hasta que se hartó de todo y despareció por un año entero en que todos lo creían muerto; un buen día apareció, tal vez algo más desvencijado, y llevando en sus manos aquello que lo iba hacer vivir para siempre. Fue a una primera editorial con sus Rimas, pero el edificio se incendió quemándose el manuscrito de todas sus obras. Pero el estaba cansado de cargar con todos sus tormentos en su cabeza sin poder expresárselos a nadie; encerrados en su cabeza sus sueños, ideas, sus fantasmas… lo golpeaban constantemente con sus deseos de salir, y fue por lo mismo que los liberó por segunda vez y de memoria aún estando muy débil de salud. No alcanzó a verlos editados porque el sueño que era su vida terminó antes de tiempo cuando solo tenía 34 años ( 1870 )

Bueno mi relación con él como vieron fue algo tormentosa, porque primero solo lo conocí superficialmente, cuando me decía:
“Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!”
(Rima XXIII)
Y es cierto… quien no se cansaría de alguien así, pero después de comprender sus fundamentos hasta le perdono el ser tan dulce. El , como buen romanticista ,siempre consideró que la mejor forma de vivir era en los sueños, el onirismo era el paso entre lo real y lo irreal, a veces él mismo confundía la barrera de la realidad y su ensoñación, solo sabía que se veía constantemente bombardeado por miles de ideas por lo cual le “… cuesta trabajo saber qué cosas he soñado y cuáles me han sucedido…”, maldice el estar constantemente en esta ensoñación que le hace tener miles de ideas que circulan como fantasmas dice que :

“aquí dentro, desnudos y deformes, revueltos y barajados en indescriptible confusión los siento a veces agitarse y vivir con una vida oscura y extraña, semejante a la de esas miríadas de gérmenes que hierven y se estremecen (… ) sin encontrar fuerzas bastante para subir a la superficie (…)
Conmigo van destinados a morir conmigo sin que de ellos quede rastro…”

Con esto nos refiera a aquellas ideas que andan sueltas sin ser capaces de tomar una forma útil, porque si bien es cierto que todos vivimos en nuestras ensoñaciones “fiebre, exaltaciones y abatimientos” como dice él, que hacen tener ciertas visiones personales, habemos muchos no capaces de hacer algo útil con estas ideas por lo que se quedan desnudas y enterradas hasta morir con nosotros. La idea obviamente no es esa, por lo menos Gustavo Adolfo no se dejó enterrar compartiendo la tumba con todos sus sueños sino que decidió expulsar algunos

“¡Andad, pues! Andad y vivid con la única vida que puedo daros; mi inteligencia os nutrirá los suficiente para que seáis palpables; os vestirá aunque sea de harapos, los bastante para que no avergüence vuestra desnudez…”

Lamenta mucho también e no poder vestir a cada una de la forma digna para que puedan salir al aire, pero suelta las que más puede por que “No quiero que en mis noches de sueño volváis pasar delante mis ojos en extravagante procesión…” quiere que lo dejen en paz y por ello “ Preciso es acabar arrojándoos de la cabeza de una vez y para siempre. Si morir es dormir, quiero dormir en paz… “

Bueno, luego de haberme reconciliado con Bécquer se preguntarán porque les doy esta cháchara versal, porque habemos muchas personas – y alguien en especial, tu sabes quien eres así que no te hagas, creo que ayer agotamos tiempo conversándolo - que pese a estar constantemente agobiado por ideas, por pensamientos que van y vienen sin conseguir atajarlos, las dejan ir y juntarse y perderse, cuando esta presión hace que la cabeza explote de necesidad tener estas ideas sin poder hacer nada; hay que saber enfocar estas ensoñaciones, y si es necesario desaparecer, huir de la realidad que se vive diariamente para poder encerrarse a gusto con ellas y darles el trato que se merecen, pues bien me parece. Considero que no hay tormenta ni desgano demasiado grande para justificar el abandono a las ideas – o a las buenas quotes – y dejarlas en el olvido, considero que toda ocurrencia, que todo sueño y toda pesadilla por muy tormentosa que sea merece ser vestida y conocer el mundo y relacionarse con él. Las tormentas lejos de ser una molestia son un mal necesario, como aquel alemancito con sífilis que amaba sus dolores de cabeza, por ser suyos, por que lo hacían el mismo, y porque probablemente no habría sido nada sin él. Todos necesitamos nuestras jaquecas . inquietudes “Exaltaciones y abatimientos…” por que, como antes dije al hablar de Vallejo, el inconformismo es el que hace al poeta y es la madre de la poesía:

“mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que el cálculo no resista;
mientras la Humanidad, siempre avanzando,
no sepa donde camina
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!”
posted by kastiyana @ 5:51 PM   0 comments

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